Las Cosas Que Importan

Sentada en una sala de juntas llena de gente, escuche a un tipo desconocido decir lo siguiente:
"Somos una empresa con mucho dinero y nuestros único pecado es que queremos más" y pensé: "¿En qué momento perdimos el sentido de la vida?" en serio, ¿En que momento dejamos de notar la ironía? pues inmediatamente después de tal declaración nos avisaron que este año no hay aumentos, bonos ni incentivos de ningún tipo, porque..."tenemos que ahorrar". Me parece totalmente indignante que nadie más que yo se haya dado cuenta del insulto que representaron semejantes palabras, que traducidas a un lenguaje plano podrían entenderse como: "Tenemos mucho dinero, pero queremos más y los vamos a explotar a ustedes para que lograrlo, nos vamos a aprovechar del pánico que tienen de perder sus empleos, para obligarlos a trabajar el doble con el mismo sueldo"

Claro que el trabajo puede ser una fuente de satisfacciones y también es una forma de superación personal. Pero me parece que muchas personas van más allá y vuelven al trabajo en un fin último y no en un medio, esas son las personas que no cuestionan, que entregan su libertad a una empresa y que ven en el CEO de GE o en Carlos Slim o de cualquier otro CEO un modelo a seguir, y ahora que el Chapo Guzmán entró a la lista de Forbes, pues también habrá que considerarlo digno de admiración ¿o no?

Al platicar con la gente al final de la junta, me queda la sensación de que yo soy la única persona en ese lugar, en tomar esto como una gran broma ¿en serio piensan que la superación personal tiene que ver con los índices de facturación? ¿dónde está la lógica en perder la salud por el estrés de una venta si al final los que ganan no son ellos sino los inversionistas? en este mundo bizarro parece perfectamente natural y deseable que el individuo de sacrifique por la empresa, nada hay más importante ni de más valor que darlo todo por la compañía, por la marca. Las aspiraciones personales deben suprimirse, eliminarse del todo, para ellos es necesario desaparecer del ser humano el deseo de aprender, de conocer, de experimentar, se debe eliminar al individuo y crear bloques de seres homogéneos que vean todos los mismos programas en la tele, que todos sigan el mismo deporte, que vistan la misma ropa, que hagan las misma cosas.

Y el individuo renuncia gustoso a su individualidad, entrega su libertad, con tal de no ejercer su responsabilidad, "hay que ir a donde esta el trabajo" "hay que sacrificarse" "hay que echarle ganas" son frases que he escuchado un millon de veces, pero a veces creo que son simplemente otra manera de decir "Tengo miedo de ser libre y quiero que alguien más piense por mí"

El renunciar a la compañía parece el último tabú, la locura declarada, mientras que el cambiar de residencia -aunque tenga uno que ir al culo del mundo-, sacrificar una relación o la salud, parecen opciones "razonables" para los seres así intoxicados por la obsesión por la compañía. El trabajo se ha vuelto un fin, no un medio, el fin, el objetivo es precisamente huirle a la vida, no vivir, pasar de largo nuestra existencia, no experimentar. Viajamos solo a adonde la compañía tiene a bien enviarnos, aprendemos lo que la compañía necesita que aprendamos, vivimos conforme la compañia necesita que vivamos. Hoy que el mundo esta a más que nunca a nuestro alcance, parece que hemos renunciado a la aventura de la vida... pero esto que pienso y que digo, ya lo dijo un gran filósfo antes que yo, y lo dijo sin palabras...su discurso se llama "Tiempos Modernos" y el filósofo se llamaba Charles Chaplin